24 de febrero de 2016

Diario Nóos. La venganza se sirve en plato frío

Cinco años ha tardado Diego Torres en dar su versión a un tribunal. Tenía tanta ansia, que por un momento ha estado a punto de ahogarse en su propia marejada de mails y facturas. El exsocio de Urdangarin venía con su lección bien aprendida, dispuesto a despedazar cada contrato de Nóos y cada evento, pero el fiscal Horrach venía pícaro. "¿Qué es KOBLENZ?". Una pregunta, un nombre y el mundo de Torres se ha venido abajo. Le pilló con el paso cambiado y ha sido el primer y casi único momento en que el profesor de ESADE ha respondido con silencio y desconcierto.
'Koblenz' es el nombre de una ciudad alemana, pero en el caso Nóos, es el nombre con el que se decide bautizar a una de las cuentas que abrieron los Torres-Tejeiro en el Crédit Agricole de Luxemburgo. Doble golpe porque quien escribía esos mails y barajaba nombres, era Ana María Tejeiro, la mujer de un Torres que siempre ha querido dejar a su esposa al margen de la toma de decisiones de toda actividad empresarial. Torres no esperaba, primero que el interrogatorio empezara por el blanqueo, y segundo, que lo hiciera con unos mails redactados por su mujer a la que la Fiscalía no tiene especial interés en "machacar" y cuyo testimonio pasó sin pena ni gloria (apenas duró un minuto y entre sollozos). Touché.
Esa cuenta, que también Ana Tejeiro pensó en llamar 'Voynich', como el lenguaje manuscrito cifrado, reflejó ingresos en 2009 de más de 400.000 euros y terminó cerrándose abruptamente. La cuenta que abría un interrogatorio durísimo de Pedro Horrach, insistiendo en las transferencias entre sociedades pantalla radicadas, algunas, en paraísos fiscales como Belice. No ha sabido defenderse Diego Torres en la sesión matutina del juicio y, ahí, ha optado por los balones fuera: quien gestionaba activos, ordenaba aperturas de cuentas, movimientos de dinero, etc., era el asesor Miguel Tejeiro -"curiosamente ahora no está sentado aquí", ha insistido Torres-, y un clásico en su discurso: los movimientos estaban supervisados por Hacienda y por Casa Real. En su sacudida de polvo, Torres ha asegurado que había una "doble supervisión", por parte del Conde de Fontao, "abogado del Rey", y por la de "un alto funcionario de Hacienda" que cada mes de junio les echaba una mano con el borrador. Sabedor de que todo lo que huela a Juan Carlos I, arrastra la atención mediática, Torres ha sacado nombres de su agenda. Así ha declarado que Corinna Seynn Wittgenstein, amiga del rey emérito, fue quien propuso crear una estructura societaria para poder cobrar en Londres que se supiera de dónde venía el dinero "a lo que nosotros nos negamos".Un mail "con copia la Jefe del Estado y al Jefe de la Casa del Rey". Ahí  se ha escudado en su desconocimiento sobre contabilidad, pero ha arrojado tres mensajes inolvidables en la historia de la justificación de las contrataciones laborales fantasma: no son trabajadores ficticios, "era optimización de los recursos que ofrece Hacienda", lo que cuente el contable es mentira: "el 95% de lo que contó Marco Tejeiro (el contable) era ciencia ficción. No ennegrecíamos nóminas. Actuamos de buena fe". Y el tercero, para redondear la actuación sublime, Horrach le muestra un post-it hallado entre los papeles de su caja fuerte donde rezaban cantidades y un mensaje, "PAGOS EN 'B'". Justificación: "esa 'B' es de Barclays, el banco con quien tengo contratada la hipoteca". Chimpún.


Torres gana la partida, por extenuación

La tarde ha sido de Torres. La ha jugado y ha llevado el interrogatorio por donde ha querido. Horrach ha acabado agotado por el discurso del profesor, que se ha zafado (y muy bien) de las facturas cruzadas que le ha mostrado la Fiscalía una a una. Para todas tenía respuesta y explicación. Para todas pedía mostrar un documento aclaratorio. Hasta el punto de que González-Peeters, su abogado, no ha abierto ni la boca. No le ha hecho falta, su defendido se ha enfrascado, hasta la obsesión, en desmontar cada coma que le quisieran reprochar. Con o sin razón, la Fiscalía se ha ido deshinchando. Y todos. Todos menos Torres que se ha ido creciendo, ha mostrado la mejor versión de quien encandiló a administraciones, ha introducido conceptos como los de las "facturas pro-forma" y ha explicado resueltamente qué labores desempeñaban los presuntos trabajadores fantasma.  Ha jugado solo. Su mirada y sus palabras se dirigían, sobre todo, a quien sabe que tiene que convencer: al tribunal encabezado por la jueza Samantha Romero. Los cinco años le han sabido a gloria y le han valido la pena por estas tres horas de la tarde. Si había alguna oportunidad de rebajar penas y responsabilidades, era esta... y no ha podido hacerlo mejor. Las contradicciones en las que haya podido incurrir, varias, sólo han servido para desquiciar a un fiscal agotado. "No están acostumbrados los fiscales de Baleares a que les lleven la contraria, se vienen abajo", me comenta un letrado de la rama valenciana del caso.
El Fiscal Anticorrupción, Pedro Horrach

 El próximo, Urdangarin

Aún tiene interrogatorio por delante Diego Torres, que probablente se lleve todo el miércoles. Urdangarin espera declarar ya el jueves, aunque espera una sesión más tranquila. No cuenta con la verborrea de Torres a pesar de que, como alumno que fue, sigue tomando notas del maestro -ha sido el único que, con la misma intensidad con la que Torres se sacaba mails de la chistera, escribía en su carpeta a dos colores: azul y rojo-. Horrach no será, previsiblemente, tan duro con él. Su caballo de batalla es Diego Torres, pero su testimonio, sí abarcará toda una jornada.

La Infanta, en el aire y 'exprés'
La Infanta afronta su tercera semana en el banquillo

Si, finalmente, su marido solamente declara durante el jueves, la Infanta Cristina sí conseguiría someterse al interrogatorio este viernes. Algo que al comienzo de la jornada del martes parecía poco probable para sus letrados, pero que a última hora de la tarde no era descartable.
Su estrategia pasa por no responder a quien le acusa, Manos Limpias. Pero atención, porque su paso por el micrófono de la sala podría ser especialmente breve. Si no responde a las preguntas de la acusación popular, tampoco parece lógico que responda a las de quienes no han presentado cargos contra ella. Es decir, hasta este momento, la Infanta se estaría planteando no contestar más que a sus letrados, ni siquiera responder al Fiscal Horrach que sí había preparado algunas preguntas para la hermana del Rey Felipe VI.

La "cortesía" con Alfonso Grau
El exvicealcalde de Valencia ha sido el otro gran protagonista del día. Recién liberado tras su detención en su domicilio por un presunto delito de cohecho, Alfonso Grau ha llegado tranquilo y silencioso a la EPAB donde se celebra el juicio Nóos. Dentro de la sala ha recibido muestras de afecto de sus compañeros de banquillo, incluida la Infanta Cristina que se ha acercado a darle la mano. Él lo enmarca en los "gestos de cortesía" de quienes comparten "muchísimas horas" de declaración.


Con la cabeza probablemente en otra parte, Grau ha estado a lo largo de las ocho horas de la sesión de este martes, jugueteando con el teléfono móvil, su corbata y la libreta con la que ha entrado en la sala.



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