11 de febrero de 2016

Diario Nóos. Señalando a Matas.

Cuatro de cuatro. Jaume Matas llega a su declaración más esperada con el peso de la acusación de los suyos. Su equipo imputado-investigado en el gobierno balear, se ha sacudido el polvo. Empezó Pepote Ballester y hoy han rematado la jugada los que faltaban: los exgerentes de Ibatur e Illesport, y el que fuera asesor jurídico de la Agencia Balear de Turismo. Todos a una, han señalado a Matas como el que de manera "drástica y directa"-según Miguel Ángel Bonet-, decidió contratar a Nóos, única y exclusivamente porque detrás estaba el yerno del entonces Rey.
El mencionado Bonet, Gonzalo Bernal y Juan Carlos Alia son los arrepentidos. Habían llegado con los deberes hechos y el pacto escrito. Alguno, como Bonet-en prisión por malversación en otro asunto-, no han tenido reparo en reconocer que eran conscientes de la ilegalidad flagrante en las contrataciones. Otro, Gonzalo Bernal, exgerente de la Fundación Illesport, ha aderezado su confesión revelando que los contratos con Nóos venían dados por el President Matas, que se cerraban verbalmente y que no cabía discusión ni debate alguno.
Juan Carlos Alía, que llegó al Govern y a Ibatur como experto en turismo, también ha descargado en Matas parte de la culpa de que la agencia de turismo contratase al instituto de Urdangarin y Torres. Lo mandó "el Presi". Y punto. Era la cal. La arena, que los 1,2 millones de euros por los dos días del primer Foro Illes Balears, eran "un precio razonable". El Instituto Nóos intentó justificar semejante cifra, colando incluso facturas que abarcaban desde 28.588 € en catering a 33.000 € en vuelos.
En la tercera jornada de declaraciones, Matas tendrá que dejar las notas y dar explicaciones. Del gobierno que presidió salieron 2,6 millones de euros que hincharon las cuentas del Instituto Nóos de Urdangarin y Torres. Los cuatro delitos de los que se le acusan -malversación, tráfico de influencias, prevaricación y fraude-, pesan demasiado. Intentará, previsiblemente, reconocer los dos últimos. Ya puso sobre la mesa su palacete en prenda. Esto dejaría al descubierto (aún más) a los socios de Nóos. No asumirá, sin embargo, el delito de malversación que acarrea hasta 8 años de prisión. Sin ese, no hay pacto completo.
La estrategia, a unas horas de su declaración, está en el aire. Promete ser un festival. Tal vez por eso, el Tribunal haya decidido habilitar algunas tardes, como la de mañana, para que declaren los investigados. Un detalle que ha puesto en evidencia, hoy de nuevo, la falta de sintonía entre Samantha Romero y varios letrados, sobre todo con Pedro Horrach. Pero eso es otro cantar.

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